Redacción: Mónica Aguilar Buri
(Chuquiribamba, Loja).- En noviembre del 2024, el Cerro Santa Bárbara, emblemático paraje de Chuquiribamba, sufrió un incendio forestal que arrasó con cientos de hectáreas de vegetación, poniendo en riesgo la biodiversidad y las fuentes de agua locales.
En respuesta, el Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) Parroquial, junto con más de 150 habitantes, organizó una jornada de reforestación.
La comunidad se congregó para plantar más de 3,000 especies nativas, como el aliso, seleccionadas por expertos para restaurar el ecosistema y prevenir la erosión del suelo.
Romel Aguinsaca, presidente del GAD Parroquial, expresó: «Ver a tantas personas unidas por esta causa nos llena de esperanza. Cada árbol que sembramos es un paso hacia la recuperación de nuestro cerro y una muestra del compromiso de la comunidad con el medio ambiente».
Luis Saca, miembro de la comunidad, añadió: «Este cerro es parte de nuestra identidad. Verlo quemado nos dolió mucho, pero ahora estamos haciendo nuestra parte para que vuelva a ser lo que era. Esto no es solo para nosotros, es para las futuras generaciones».
La hermana religiosa María del Cisne Remache destacó la importancia espiritual y ambiental del esfuerzo conjunto: «La naturaleza es un regalo de Dios, y cuidarla es una responsabilidad de todos. Este esfuerzo conjunto es una bendición para nuestra comunidad y una oportunidad de reflexión sobre el cuidado de la creación».
El Cerro Santa Bárbara es más que un paisaje; es un símbolo de identidad y un recurso vital para Chuquiribamba. La jornada de reforestación demuestra el compromiso de las autoridades y los habitantes con la recuperación de este importante ecosistema, ejemplificando cómo el trabajo conjunto puede marcar la diferencia.
Aunque el camino hacia la restauración total será largo, con esfuerzo constante y unidad, Chuquiribamba se perfila como un modelo de resiliencia y conservación ambiental en la región.
